El fantasma que perseguirá a Houston
El escándalo de robo de señas que se ha desatado alrededor de los Astros de Houston, es sin dudas la más grande jugada sucia en la historia de las Grandes Ligas.
Ni lo ocurrido con los Medias Negras en 1919, ni las apuestas realizadas por Pete Rose guardan similitud con este ruido.
La investigación realizada por MLB señala como la triada oscura a AJ Hinch, Alex Cora y Carlos Beltrán, estos últimos licenciados de sus respectivos puestos de managers de los Astros, Medias Rojas y los Mets, respectivamente.
Recientemente, Houston abrió sus campos de entrenamientos y allí peloteros como José Altuve, Alex Bregman y Yuli Gurriel, ofrecieron sus declaraciones al respecto sobre el incidente que les dio el campeonato a la franquicia en 2017, al vencer en siete encuentros a los Dodgers, éste último, uno de los principales afectados de las artimañas.
Llama poderosamente la atención, que los peloteros en sus exposiciones salen en defensa de Carlos Beltrán y son enfáticos al expresar que todos tuvieron una cuota.
Y no es para menos, recuerden que el boricua tiene los números para ingresar al Salón de la Fama y este escándalo constituye una mácula en su carrera.
Amén del arrepentimiento mostrado por los citados jugadores al responder preguntas de los periodistas, indudablemente este escándalo perseguirá no solo esta temporada, sino también muchas por venir, tanto a la organización como a sus principales jugadores, esto de que independientemente algunos de ellos terminarán con carreras brillantes y con números a tomar en consideración para entrar al nicho de los inmortales.
El título conquistado por los Astros en 2017, es un fantasma que será recordado por las múltiples trampas incurridas por los campeones.