Gritos homofóbicos empañan la final de la Liga de Naciones CONCACAF
El vergonzoso comportamiento de algunos aficionados mexicanos volvió a manchar el fútbol. La final de la Liga de Naciones CONCACAF entre México y Estados Unidos se vio empañada por los gritos homofóbicos, lo que obligó al árbitro a suspender el partido en dos ocasiones.
El colmo de la intolerancia llegó en el minuto 88, cuando el público mexicano comenzó a lanzar gritos discriminatorios al portero estadounidense Matt Turner. El árbitro canadiense Drew Fischer no dudó en aplicar el protocolo antidiscriminación y detuvo el encuentro.
Tras una breve pausa, el juego se reanudó, pero la actitud de la afición no cambió. En el sexto minuto del tiempo añadido, los gritos homofóbicos regresaron y Fischer se vio obligado a suspender el partido por segunda vez.
La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) ha sido multada en repetidas ocasiones por este tipo de comportamiento, incluyendo una sanción de la FIFA por los incidentes en el Mundial de Qatar 2022.
Es hora de que la FMF tome medidas contundentes para erradicar este problema de raíz. La educación y la concienciación son fundamentales para que el fútbol sea un espacio inclusivo y libre de discriminación.
La intolerancia no tiene cabida en el deporte. Los aficionados que profirieron estos gritos no solo empañaron la imagen del fútbol mexicano, sino que también ofendieron a millones de personas en todo el mundo.
Es hora de decir basta. El fútbol debe ser un espacio para la celebración, la pasión y el respeto, no para la discriminación.
