Barcelona vence al Real Madrid y conquista su Copa del Rey

El Barcelona volvió a proclamarse campeón de la Copa del Rey tras superar al Real Madrid en una final llena de polémicas.

El equipo culé ganó 3-2 con más entrega que fútbol, logrando así su trigésimo segundo título del torneo. Aunque parecía que el partido se le escapaba, el Barça nunca dejó de luchar.

La previa estuvo marcada por un clima tenso. Se escucharon cánticos de "¡corrupción en la Federación!" y la atención se centró en el arbitraje tras recientes polémicas.

El choque empezó sin dos grandes estrellas: Mbappé, suplente en el Madrid, y Lewandowski, baja en el Barça. Ferran Torres ocupó el lugar del polaco en el once azulgrana.

Desde el inicio, el Madrid mostró intensidad, presionando arriba y buscando golpear primero. Sin embargo, el Barça manejó la posesión, controlando el ritmo con hasta un 73% de tenencia de balón.

Los culés generaron varias llegadas peligrosas. Incluso se reclamó un penalti cuando un remate de Ferran Torres pegó en la mano de Valverde, pero el árbitro no lo consideró.

El primer gol llegó tras media hora de juego. Lamine Yamal desbordó por derecha, atrajo marcas y asistió a Pedri, quien la clavó en la escuadra.

A partir de ahí, el Madrid tuvo que remar contracorriente. Aunque intentó reaccionar, el dominio azulgrana no le permitió encontrar su mejor juego.

Bellingham logró anotar tras un pase de Ceballos, pero el gol fue anulado por fuera de juego. Inmediatamente, el Barça casi amplía su ventaja con un disparo al palo de Dani Olmo.

Pese a los golpes, el Madrid nunca se rindió. Vinícius provocó un penalti que luego fue invalidado por un fuera de juego previo, manteniendo la ventaja culé.

En la segunda mitad, Ancelotti apostó por Mbappé, quien entró por Rodrygo. El cambio no surtió efecto inmediato, ya que el Barça seguía mandando.

Con Modric y Güler en el campo, el Madrid mejoró. La presión dio frutos y Mbappé consiguió una falta peligrosa, que él mismo transformó en gol tras un brillante disparo.

El empate levantó al Madrid. Siete minutos después, Tchouaméni cabeceó un córner lanzado por Güler para poner el 2-1 a favor de los blancos.

Sin embargo, el Barça no se rindió. Courtois cometió un error en una salida, y Ferran Torres aprovechó para empatar el partido en el minuto 83.

En el cierre del tiempo reglamentario, hubo un penalti señalado a favor del Barça por una falta sobre Raphinha. Tras la revisión del VAR, el árbitro rectificó y amonestó al brasileño por simular.

El encuentro llegó a la prórroga, donde el físico comenzó a pasar factura. Aunque el Madrid empezó mejor, el Barça recuperó el control con el paso de los minutos.

Rüdiger, claramente mermado físicamente, simbolizó el desgaste blanco. En contraste, el Barça mostró mayor frescura y lució más sólido en el tiempo extra.

A cinco minutos del final, Koundé cazó un rechace en la frontal del área y soltó un potente disparo ajustado al palo, imposible para Courtois.

Ese gol selló prácticamente la victoria del Barça, aunque el Madrid tuvo una última oportunidad cuando Mbappé cayó en el área.

El árbitro pitó penalti, pero nuevamente el VAR intervino, anulándolo por un fuera de juego previo de Brahim Díaz.

Con el pitido final, el Barça desató la fiesta, mientras el Madrid, combativo pero sin premio, lamentaba su derrota en una final de infarto.

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