Boca Juniors recibe mensajes amenazantes en Mendoza

El presente de Boca Juniors atraviesa un momento crítico. Los resultados no acompañan y la paciencia de los hinchas parece agotada. La tensión se trasladó a Mendoza, donde el equipo se concentra para enfrentar esta noche a Independiente Rivadavia.

Durante la madrugada, en la puerta del hotel donde se aloja el plantel, apareció un pasacalles con un mensaje directo hacia los jugadores de Miguel Ángel Russo: “La camiseta de Boca se tiene que transpirar”. La frase, tomada de una reconocida canción de la hinchada, refleja la exigencia de la gente en medio de una racha sin victorias.

Junto a ese cartel, otro mensaje más fuerte llamó aún más la atención: “Están en Boca, respeten la camiseta y a su gente”. Ninguno de los dos tenía firma y, según trascendió, fueron retirados horas después, presuntamente por pedido del propio entrenador.

Doce partidos sin triunfos

El malestar no es casualidad. Boca acumula 12 encuentros sin ganar, un registro preocupante para la institución. Su último triunfo fue en abril, con Fernando Gago en el banco, en la victoria 2-0 sobre Estudiantes. Desde entonces, el equipo atravesó un interinato de Mariano Herrón y la llegada de Russo, con un saldo de cinco empates y tres derrotas.

Los tropiezos incluyen la eliminación en la fase de grupos del Mundial de Clubes tras un empate frente a Auckland City, y la despedida temprana de la Copa Argentina a manos de Atlético Tucumán.

Clausura, la última oportunidad

Con este panorama, el Torneo Clausura aparece como la única vía para alcanzar la clasificación a la Copa Libertadores. El “Xeneize” está penúltimo en su zona, lejos de los playoffs, y si bien en la tabla anual ocupa el cuarto puesto, sigue dejando escapar puntos decisivos.

La dirigencia y los hinchas saben que no ganar este torneo significaría quedar nuevamente afuera de la máxima competencia continental, un golpe duro para la historia del club.

Una medida poco habitual

Ante la crisis, el cuerpo técnico tomó una decisión llamativa: viajar a Mendoza con todo el plantel, incluso con jugadores lesionados como Ander Herrera y Tomás Belmonte. La intención sería fortalecer la unión del grupo y mostrar respaldo mutuo en un momento de extrema presión.

En cuanto a lo futbolístico, Russo mantiene hermetismo sobre la formación. Se espera el regreso de Nicolás Figal y Ayrton Costa, ya recuperados, aunque todavía no tienen asegurada su titularidad.

Leandro Paredes, una de las voces más experimentadas, pidió mayor solidez en el mediocampo tras la caída frente a Racing. Sin embargo, no se descarta que el entrenador vuelva a sorprender con alguna variante táctica en el centro del campo.

Un partido decisivo

El duelo de esta noche ante Independiente Rivadavia no será uno más. Boca llega presionado, sin margen de error y con la obligación de sumar de a tres. Los pasacalles en Mendoza son una clara señal de que la hinchada ya no tolera excusas.

El futuro inmediato de Russo y de varios futbolistas podría comenzar a definirse en este encuentro. En la Bombonera, la paciencia se agotó hace rato.

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