Kevin Durant deja Phoenix y se une a los Rockets en traspaso
Kevin Durant cambia de rumbo una vez más. La superestrella de la NBA ha sido traspasada de los Phoenix Suns a los Houston Rockets, en una operación que marca un antes y un después tanto para su carrera como para ambas franquicias. A cambio, Phoenix recibe a Jalen Green, Dillon Brooks, el pick número 10 del Draft y cinco selecciones de segunda ronda, en un movimiento que sacude el mercado de verano.
El veterano alero, que había dejado entrever su deseo de cambiar de equipo, aterriza ahora en uno de los proyectos más prometedores del Oeste. En Houston, compartirá vestuario con jóvenes como Alperen Sengun, Jabari Smith, Amen Thompson y con el experimentado Fred VanVleet. Sin embargo, el equipo tejano se despide de Jalen Green, su máximo anotador en la última temporada regular, y de Dillon Brooks, un defensor clave que apenas llevaba dos años en la franquicia.
Durant sumará así su quinta camiseta en la liga, tras su paso por Oklahoma City, Golden State, Brooklyn y Phoenix. En los Suns, su etapa termina sin haber cumplido las enormes expectativas. El trío que formó con Devin Booker y Bradley Beal no logró consolidarse ni en la cancha ni en el vestuario. Booker no alcanzó el liderazgo esperado, Beal pasó más tiempo en la enfermería que en el parqué y Durant nunca terminó de adaptarse a los esquemas de Frank Vogel ni del nuevo entrenador, Mike Budenholzer.
Pese a tener una de las plantillas más caras de la historia de la liga, los Suns solo pudieron avanzar una vez en playoffs con Durant en la nómina, y lo hicieron frente a unos Clippers sin Kawhi Leonard ni Paul George. El fracaso de un equipo que superó los 400 millones de dólares entre salarios e impuestos quedó reflejado en el registro final de la temporada pasada: 36 victorias y 46 derrotas. Terminaron en la undécima posición del Oeste, igualados con los Blazers y apenas por encima de los jóvenes Spurs de Victor Wembanyama.
Durant tiene aún un año de contrato por 54,7 millones de dólares y podrá negociar una extensión de dos temporadas y 122 millones este mismo verano. El alero cumplirá 37 años en septiembre y, aunque sigue siendo un anotador de élite, su historial de lesiones recientes genera dudas. En la última campaña, disputó 62 partidos y promedió 26,6 puntos, 6 rebotes y 4,2 asistencias, con un sólido 43 % en triples, aunque se perdió varios encuentros por problemas en el pulgar y el tobillo.
Durante la recta final de la temporada, los Suns ya habían explorado su salida sin comunicárselo previamente, algo que generó incomodidad en Durant. Ante esta situación, ambas partes decidieron que lo mejor era separarse.
En su nueva etapa con los Rockets, Durant se integra a un equipo que viene de sorprender a todos con una temporada regular brillante. Con un récord de 52-30, Houston finalizó segundo en la Conferencia Oeste y demostró tener el talento para competir. No obstante, su camino terminó en los playoffs tras caer en una dura serie de siete partidos ante los Warriors de Stephen Curry, quienes usaron su experiencia para inclinar la balanza.
El futuro de Durant en Houston es una incógnita. Aunque su talento sigue intacto, el paso del tiempo y las lesiones obligan a dosificar sus expectativas. Aun así, su llegada eleva automáticamente el techo del equipo. Con él en el plantel, los Rockets aspiran a convertirse no solo en una sensación, sino también en contendientes serios por el título.