A 8 años de la boda de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo
El 30 de junio de 2017, Rosario fue testigo de un momento histórico que marcó para siempre la vida de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo. No fue una boda cualquiera, fue el punto culminante de una historia de amor que comenzó cuando apenas eran unos niños corriendo por las calles de su ciudad natal.
A pesar de que el destino los separó cuando Messi se mudó a Barcelona con solo 13 años para perseguir su sueño futbolístico, el amor se mantuvo firme. Con el paso del tiempo, volvieron a encontrarse y, tras años de relación, decidieron casarse en un evento inolvidable que combinó emoción, intimidad y lujo, sin perder la esencia de sus raíces.
El lugar elegido fue el complejo City Center de Rosario, donde 260 invitados, entre familiares, amigos y celebridades del deporte y el espectáculo, se dieron cita para acompañar a la pareja. Entre los asistentes más destacados estuvieron Ángel Di María, Javier Mascherano, Luis Suárez, Neymar, Gerard Piqué junto a Shakira, y Xavi Hernández. Desde el fútbol local hasta el internacional, todos quisieron ser parte de la celebración. También asistieron personajes del ambiente artístico como Nicolás Vázquez y Gimena Accardi, además de utileros y trabajadores cercanos a la selección argentina, lo que reflejó el deseo de la pareja por incluir a su entorno más íntimo.
A pesar de la magnitud del evento, Lionel y Antonela decidieron mantener la ceremonia lo más privada posible. Por esa razón, no invitaron a figuras políticas ni a representantes de entidades oficiales. Incluso Andrés Iniesta, compañero de Messi en el Barcelona, no pudo asistir debido al nacimiento de su tercer hijo. Tampoco estuvo presente Diego Maradona, quien, desde Rusia, declaró que la invitación “se perdió” pero no dejó de elogiar a Messi como persona y profesional.
La seguridad fue un punto clave. Se desplegaron más de 350 efectivos entre policía, gendarmería y una agencia israelí especializada. Además, la logística incluyó traslados privados para los invitados desde el aeropuerto y la intervención de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Este operativo permitió que el evento se desarrollara sin contratiempos, en un entorno seguro y controlado.
Uno de los momentos más conmovedores llegó durante la ceremonia civil. Thiago, el hijo mayor de la pareja, llevó los anillos caminando por un pasillo adornado con flores blancas. Luego, Antonela ingresó del brazo de su padre mientras sonaba la romántica canción “She” de Charles Aznavour. Acompañados por sus testigos, los novios intercambiaron alianzas y recibieron una sorpresa que nadie esperaba: la aparición del cantante Abel Pintos, quien interpretó “Sin principio ni final”, canción favorita de Antonela. Pintos reveló tiempo después que se ocultó en el hotel para no ser descubierto antes del momento especial y, aunque fue invitado a quedarse en la fiesta, decidió retirarse por respeto a la intimidad de la pareja. Sin embargo, se emocionó con la calidez de ambos y recordó ese instante con mucho cariño.
En cuanto al look de los protagonistas, Antonela deslumbró con un vestido de la diseñadora Rosa Clará, confeccionado en Barcelona y trasladado especialmente para la ocasión. El diseño corte sirena, de encaje francés y seda natural, incluía apliques de guipur y una espalda en forma de corazón. Además, lució unas sandalias personalizadas de Ricky Sarkany con las inscripciones “Anto y Leo” y la fecha del casamiento. Más tarde, se cambió a un segundo vestido de estilo más cómodo, pero igualmente elegante, para disfrutar del baile sin restricciones. Su peinado, a cargo de Dante Palavechino, estilista de confianza, fue un semirrecogido con ondas y apliques florales que completaron un look simple y sofisticado.
La fiesta también tuvo sus curiosidades. Uno de los detalles más comentados fue el nombre de Antonela, ya que muchos creían que se escribía con doble “l”. Sin embargo, la tarjeta oficial reveló la ortografía correcta, lo que incluso motivó un cambio posterior en su usuario de Instagram.
La unión de Messi y Roccuzzo fue mucho más que una boda lujosa. Fue una celebración que reflejó su historia, sus valores y su forma de vivir. Ocho años después, el recuerdo de ese día sigue vivo no solo en sus corazones, sino también en la memoria de quienes lo vivieron de cerca. Una noche mágica en Rosario que unió, para siempre, al mejor futbolista del mundo con el amor de su vida.