World Boxing exigirá pruebas genéticas para confirmar el sexo
La federación Internacional de Boxeo World Boxing (WB), reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI) para organizar el boxeo en los Juegos Olímpicos, comenzará desde este martes a aplicar pruebas genéticas obligatorias a todos los atletas que compitan en sus eventos. La medida busca confirmar el sexo biológico de los participantes, tanto en las categorías masculinas como femeninas.
Se trata de la primera federación olímpica que toma una decisión de este tipo. Según la entidad, el objetivo es “garantizar la seguridad de todos los competidores y asegurar condiciones equitativas en cada combate”. Para cumplir con este nuevo reglamento, WB utilizará la técnica PCR, que detecta material genético, específicamente el gen SRY. Este gen se encuentra en el cromosoma Y y está asociado con el desarrollo de características sexuales masculinas.
Las muestras se tomarán a través de la saliva, la sangre o hisopados nasales o bucales, y la medida aplicará a todos los boxeadores mayores de 18 años. El procedimiento será realizado por un grupo de trabajo conformado por personal del Comité Médico y Antidopaje de WB. Este equipo se ha basado en datos médicos y evidencia científica recogida en diversas fuentes, además de la consulta con expertos independientes.
Los deportistas que presenten material genético del cromosoma Y o tengan una diferencia en el desarrollo sexual (DSD) con un perfil hormonal masculino deberán participar en la categoría masculina. Por otro lado, quienes tengan cromosomas XX o una DSD sin presencia de andrógenos masculinos competirán en el torneo femenino. En todos los casos, sin una certificación cromosómica válida, los atletas no podrán inscribirse en los torneos oficiales de WB.
La federación, creada en 2023 y avalada por el COI tras la deshabilitación de la International Boxing Association (IBA), insiste en que “respeta la dignidad de todas las personas”. Sin embargo, también subraya la necesidad de establecer categorías basadas únicamente en el sexo biológico. Por eso, solo organizará torneos con divisiones para atletas clasificados como hombres o mujeres.
Si un análisis revela la presencia del cromosoma Y en una atleta femenina o algún indicio de DSD, el caso será evaluado por especialistas médicos. Estos profesionales realizarán exámenes adicionales para determinar aspectos hormonales, anatómicos y endocrinos antes de confirmar su elegibilidad en una categoría específica.
Uno de los antecedentes que impulsaron esta medida fue el caso de la boxeadora argelina Imane Khelif. Ella ganó la medalla de oro en los Juegos de París en la división de 66 kilos, pero su triunfo generó dudas debido a sus elevados niveles de testosterona. Aunque el COI respaldó su victoria tras descartar que fuera una atleta transgénero o que hubiera alteraciones en su sexo biológico, el presidente de WB, Boris van der Vorst, mencionó públicamente su caso y más tarde se disculpó con la Federación Argelina de Boxeo. Aun así, dejó claro que Khelif no podrá competir en torneos de WB hasta que se someta a una prueba oficial de sexo.
El próximo gran evento organizado por World Boxing será en Liverpool, Reino Unido, del 4 al 14 de septiembre. En esta edición, por primera vez coincidirán los torneos masculino y femenino en distintas categorías durante las mismas fechas.
Vale la pena señalar que esta medida no es exclusiva del boxeo. La federación internacional de atletismo, World Athletics, también anunció que implementará una prueba genética obligatoria para determinar el sexo de los atletas que competirán en los próximos Mundiales de Tokio, programados entre el 13 y el 21 de septiembre.
Así, con decisiones que siguen generando debate, el deporte olímpico entra en una nueva etapa marcada por el intento de conciliar inclusión, ciencia y justicia competitiva.